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Negocios | 20 abr 2021

Inversiones

Crowdfunding inmobiliario: es argentina y creó una empresa que creció 400%

Este sistema se viene consolidando como una alternativa de inversión en real estate desde hace ya varios años. La posibilidad de invertir en el usualmente sólido y rentable mercado inmobiliario, pero sin la necesidad de hacerlo con grandes sumas de dinero, es una opción natural para aquellos que buscan no sólo ahorrar sino también incrementar capital


El crowdfunding inmobiliario se viene consolidando como una alternativa de inversión en real estate desde hace ya varios años. La posibilidad de invertir en el usualmente sólido y rentable mercado inmobiliario, pero sin la necesidad de hacerlo con grandes sumas de dinero, es una opción natural para aquellos que buscan no sólo ahorrar sino también incrementar capital.

Se trata de un proceso de financiación colectiva a través de plataformas digitales. Los inversores pueden aportar a partir de una determinada suma, y cuando se juntan los fondos necesarios se construye o compra una propiedad. Las sumas con las que se ingresa a los proyectos varían según la plataforma, pero pueden ser tan bajas como los US$500, un número que en un desarrollo nuevo era impensado hasta hace sólo unos años. Luego, el inversor participa en la rentabilidad que da el alquiler o la venta del proyecto, obviamente en proporción a lo que invirtió.

Una de las compañías de crowdfunding que viene creciendo a pasos agigantados a nivel mundial es Bricksave, fundada en el 2016 por la argentina Sofía Gancedo. Tiene clientes en 19 países y el año pasado facturó US$5 millones. El modelo de negocios de Bricksave es relativamente simple: la empresa firma opciones de compra por desarrollos o unidades a estrenar (ya terminados, nunca por construir) directamente con el desarrollador y con descuento. Luego los publica en su plataforma y cuando reúne el monto necesario adquiere la propiedad.

Los proyectos elegidos son llamados investment properties, es decir que están destinados al alquiler. La enorme mayoría de las veces incluso tienen inquilinos asegurados antes de estrenarse el proyecto, algo común en mercados como el norteamericano. Ahí es donde está el incentivo para el inversor: compra barato sin tener que invertir un monto elevado, y luego tiene los retornos del alquiler asegurados, con una rentabilidad que ronda el 8%.

La compañía se ocupa de administrar el alquiler y de la relación con los inquilinos, por lo que el inversor se desentiende de los procesos burocráticos. Al cabo de cuatro años la propiedad se vende y todos los inversores reciben ganancias en proporción a su inversión. En la propia página, los clientes tienen la opción de visualizar sus ganancias y una billetera virtual desde las que pueden reinvertirlas en otras propiedades disponibles.

“Sacamos una propiedad nueva por semana en distintas partes del mundo”, cuenta Gancedo en diálogo con LA NACION. La empresa cuenta con la espalda del grupo inversor Kinled Holding, basado en Hong Kong. “Cuando arrancamos, hace cinco años, enseguida nos asociamos con un fondo de envergadura. Al manejar activos de gente, me daba miedo no tener muchísima espalda. Este es un grupo que trabaja con 80 compañías y ya hizo 10 initial public offerings (IPO, o cuando una compañía sale a la bolsa). Nos da una confianza enorme”, explica Gancedo.

"Arrancamos por Argentina, que es el mercado que yo conozco mejor y estaba segura de que iba a funcionar. Fuimos los primeros en Latinoamérica" Desde que comenzó a operar en el 2017, Bricksave ya ha financiado 81 propiedades. Hasta el momento lleva invertidos US$9,9 millones, con US$1,6 millones en retornos entregados a sus inversores. La evolución durante el 2020 fue vertiginosa: un crecimiento del 400%. Pasó de tener en su cartera 14 propiedades, a finales del 2019, hasta las 70 de fin del año pasado.

A pesar de que una mayoría de sus clientes son argentinos, la empresa no tiene propiedades en oferta en el país, y el año pasado cerró sus oficinas en Buenos Aires. Entre la realidad de una macroeconomía inestable y uno de los niveles de rentabilidad más bajos de la región, sumado al hecho de que las operaciones de una plataforma como Bricksave son completamente digitales, los incentivos de mantener una oficina en el país son por el momento muy bajos.

“Nuestra plataforma es global y 100% digital, tenemos 15 empleados de países tan dispares como Suecia, Bélgica o Grecia. Trabajamos de forma remota desde un principio y, sumado a la coyuntura argentina actual, la realidad es que no tiene sentido tener oficinas en Buenos Aires. Tenemos oficina y country manager en San Pablo”, dice Gancedo.

Las penurias de todo emprendedor o empresa nacional. Los argentinos siguen constituyendo el principal origen de los inversores de Bricksave. El perfil de los crowdfunders de Bricksave es diverso. Actualmente provienen de 19 países, y las inversiones se caracterizan por ser transrregionales. “Prácticamente nadie compra en su propio país. Somos la única compañía en el mundo que hace eso. Nosotros queremos que los norteamericanos inviertan en París, no en los Estados Unidos”, elabora Gancedo.

“Al principio era gente con su propio negocio, personas con perfiles más arriesgados. Después se empezó a propagar hacia gente que no tiene nada que ver con los negocios”, cuenta la emprendedora argentina. Hoy los perfiles son muy variados, e incluyen desde jóvenes inversores hasta, incluso, un director de orquesta del Teatro Colón. “Hay una relación muy directa entre el dueño y la propiedad, no es un fondo de inversión”, dice Gancedo.

El año pandémico fue clave en el crecimiento de las fintechs en general. y Bricksave no fue la excepción. La gente, con más tiempo para focalizarse en las finanzas personales, mayor digitalización en los procesos y también con mayor apremio económico, se volcó a nuevas formas de invertir, particularmente en regiones como Latinoamérica. La cuadruplicación de las operaciones de la plataforma durante el 2020 mucho le debe a los nuevos hábitos de consumo, inversión y ahorro que trajo la pandemia. “Incluso empezamos a ofrecer propiedades enteras bajo el mismo modelo”. Es decir, el inversor puede elegir comprar una propiedad entera y no bajo la modalidad de crowdfunding. Se pueden aprovechar oportunidades en ciudades como Detroit, por ejemplo, en las que una propiedad puede salir US$70 mil, con los márgenes de rentabilidad, valorización y estabilidad del mercado norteamericano.

"Nuestra plataforma es global y 100% digital, tenemos 15 empleados de paises tan dispares como Suecia, Bélgica o Grecia" Consciente de la creciente unión entre el mundo de las criptomonedas y el real estate, Gancedo cuenta sus planes de tokenización, un fenómeno creciente, para Bricksave. ¿Qué es? Un token es una unidad digital que representa a un activo subyacente. Similar al concepto de acciones de una empresa, por ejemplo. Hay un activo, cuyo valor total se representa en uno o en millones de tokens. La transacción de ese token queda registrada y validada en la blockchain, por lo que es imposible de manipular.

“Vas a poder comprar, con criptomonedas, tokens específicos de tu propiedad. Son como pedacitos de título asociados a esa persona y a esa propiedad. Esto agiliza los procesos de compra, tiene menos costos, no hace falta pasar por los bancos y no depende de la regulación de ninguna institución porque opera en el blockchain “, explica Gancedo.

Dichos tokens luego pueden ser comprados y vendidos, también por blockchain, con total libertad. Es decir, funcionan como acciones, cuyo activo es la propiedad, y se venden y compran en un mercado desregulado. Liquidez, rapidez y bajos costos. “Vas a poder ir a la velocidad que corresponde a nuestro tipo de negocio, que hoy está muy limitado por el sistema financiero. Necesitamos menos rigidez”, se entusiasma Gancedo.

El año pasado, la compañía recibió una inversión de 500.000 libras del gobierno británico. “Con esos fondos y con aquellos que acercaron otros inversores estamos desarrollando la tokenización”, explica. Sin embargo, es consciente de que debe dar nuevos pasos con cuidado. A pesar de que la regulación en el Reino Unido es una de las más avanzadas en la materia, la arquitectura normativa alrededor del “mundo cripto” es todavía muy precaria en todo el planeta. Tampoco queremos hacer un desarrollo tecnológico fenomenal, que tiene un costo muy alto, y después no cumplir con los requisitos para funcionar a nivel global”, previene Gancedo. “Nuestros estándares tienen que ser estándares globales”.

En el corto plazo, Gancedo mira con atención algunos mercados particulares en los que considera que hay enormes oportunidades. “Estoy mirando Asia con muchísima atención”, cuenta. “El mercado asiático es similar al latinoamericano en algunos aspectos. Hay pequeños ahorristas con pocas oportunidades de inversión pero mucha conectividad y viveza para invertir”. Terreno ideal para empresas como Bricksave, y mucho más para procesos como la tokenización. Brasil y México son otros de los destinos en los que la empresa espera crecer con fuerza. Gancedo asegura que la competencia refinará al mercado del crowdfunding inmobiliario, y que son bienvenidos más jugadores que impulsen a un sector que tiene el potencial de impulsar economías enteras. “Mi objetivo es crecer y brindar un buen servicio. Pienso en términos de avanzar. Quiero revolucionar los mercados”, termina.

Fuente: La Nación

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