Resulta llamativo, que tanto los inquilinos como los propietarios y así también los corredores inmobiliarios, coinciden en afirmar que la nueva ley ha traído más complicaciones que soluciones y que ha retraído el mercado inmobiliario locativo. 
En efecto, en la actualidad hay un 30 % menos de oferta de inmuebles en locación y la demanda por parte de los inquilinos es cada vez mayor,  debido a la imposibilidad de acceder a la casa propia. Con ello, los valores de los alquileres se han disparado  en los últimos tiempos a precios en pesos que resultan casi inaccesibles a quienes desean alquilar un inmueble como vivienda.
Por parte de los propietarios, la rentabilidad en dólares (teniendo en cuenta como se venden los inmuebles en nuestro país) es la más baja de los últimos 20 años, por lo que los desalienta a alquilar los mismos y deciden ponerlos a la venta a pesar de la baja de precios de más de un 30 % ocurrida a lo largo de los últimos tres años.
Sin embargo, es importante analizar cuáles fueron los cambios  sustanciales impuestos por la nueva ley  de alquileres, para determinar hasta qué punto todos estos hechos son responsabilidad de la implementación de la ley en cuestión, y cuáles se deben a la crisis habitacional  que afecta a nuestro país desde hace años.
LOS 10 PUNTOS CLAVE DE LA NUEVA LEY DE ALQUILERES En muchos aspectos, esta nueva ley se adapta a los cambios tecnológicos imperantes, por ejemplo, permite constituir un domicilio electrónico en el contrato, donde se pueden notificar cuestiones vinculadas a las partes.
	Depósito de garantía  Plazo mínimo de la locación Frustración del uso o goce de la cosa : Resolución anticipada :Renovación del contrato :Intimación de pago y desalojo  Intervención de corredores públicos (inmobiliarias) :Garantías :Actualización de los contratos : Registración : 
LEY DE ALQUILERES 2022: SOLUCIONES PARA INQUILINOS Y PROPIETARIOS El problema estructural habitacional de nuestro país es consecuencia de diversos factores, tales como la situación económica de la clase media, su pérdida de poder adquisitivo , la imposibilidad del acceso a la vivienda, el actual sobreendeudamiento  de las familias, la dificultad en la contratación de los alquileres, la inexistencia de créditos hipotecarios para adquirir una vivienda, la caída en los índices de la construcción -que está comenzando a repuntar- y no podemos dejar de lado a la pandemia de Covid-19 que acentuó una crisis que se viene gestando desde hace décadas.
Ahora bien, más allá de las críticas e interrogantes antes detallados, desde la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (CAMESI)  entendemos que existen medidas que el Estado puede tomar, más allá de la necesaria modificación de la Ley de Alquileres, para aliviar el déficit habitacional estructural de nuestro país:
	Lo primero es que por medio de los bancos estatales se lance de forma urgente una línea de créditos hipotecarios accesibles para compra o refacción de inmuebles  En segundo lugar, es necesaria un incentivo a la construcción de edificios destinados exclusivamente al alquiler por un plazo determinado (10/15 años) y que se exima del pago de tasas constructivas, de impuestos locales, provinciales y nacionales, para de ese modo aumentar la oferta de inmuebles en alquiler Tercero, establecer un nuevo régimen fiscal para los contratos de locación para que los costos tributarios no impacten finalmente sobre el costo de los alquileres para los inquilinos e impulse a los propietarios a su registración en tiempo y forma.  
Sin un acompañamiento real del Estado, la situación de los alquileres no podrá ser solucionada por una nueva ley únicamente. Es hora de reactivar el sector inmobiliario que, de manera directa e indirecta, motoriza la economía del país.
Fuente: Cronista.com