martes 04 de noviembre de 2025 - Edición Nº2333

Sector Inmobiliario | 4 nov 2025

los balnearios más solicitados

Los alquileres en la Costa suben hasta 25% y la ocupación llega al 70%

Dueños ajustan precios en pesos y dólares. Los destinos más buscados y que áreas priorizan las familias y el sector premium. En qué prestar atención al alquilar.


Con el calor en puerta y los próximos fines de semana largos que anticipan el movimiento turístico, la Costa Atlántica argentina vuelve a posicionarse como uno de los destinos más elegidos para el verano. Las consultas se multiplican, las reservas comienzan a concretarse y la expectativa crece entre los operadores inmobiliarios, que estiman niveles de ocupación de hasta el 70% en enero. Frente a los costos más altos de viajar a Brasil o Uruguay, miles de familias y jóvenes optan por las playas locales, donde los precios muestran ajustes moderados y la oferta se diversifica.

En Mar del Plata, Pinamar, Cariló y Costa del Este, los valores subieron entre 10% y 25% interanual según el tipo de propiedad, mientras que la tendencia general marca una preferencia por alquilar con inmobiliarias y evitar riesgos de estafa.

A pocas semanas del inicio de la temporada, el movimiento de reservas en Mar del Plata todavía se mantiene en una etapa de consultas y definiciones. “Las reservas vienen tranquilas, todavía no estamos en el auge, pero se nota que la gente averigua mucho. A mediados o fines de noviembre se podrá hablar de porcentajes más concretos”, explicó Verónica Berasueta, vicepresidenta primera del Colegio de Martilleros de Mar del Plata.

Desde la entidad difundieron valores sugeridos para el verano: los departamentos de un ambiente rondan los $45.000 por día, los de dos ambientes entre $65.000 y $70.000, y los de tres ambientes alrededor de $100.000. En el caso de los chalecitos o PH para cuatro o seis personas, los precios comienzan en $130.000 diarios. En las zonas más exclusivas, como en Los Troncos (en enero parten desde u$s2.800 en adelante), Playa Grande o Rumencó en el sur de la ciudad, los alquileres se expresan en dólares y responden al nivel de las propiedades.

 

El incremento promedio respecto de la temporada pasada es del 25%, según las estimaciones del Colegio. Berasueta dijo: “Nos guiamos por el Índice de Contratos de Locación, que combina el RIPTE y el IPC. Es un índice que surgió con la Ley de Alquileres de 2020 (hoy derogada) y seguimos usando porque refleja tanto la variación de precios al consumidor como los salarios”.

El Centro, el Macrocentro y La Perla concentran cerca del 70% del turismo, seguidos por la zona de Constitución y el cordón de primera línea de mar, que incluye el Torreón, Varese y Playa Grande. Hacia el sur, el público cambia: Punta Mogotes, Alfar y Chapadmalal reciben a grupos de jóvenes y familias que buscan casas amplias o cabañas frente al mar.

En el segmento VIP, los chalets de lujo cotizan entre u$s350 y u$s550 por día, con valores mensuales que van de u$s10.000 a u$s12.000 en enero, mientras que en febrero suelen bajar unos u$s50 diarios.

Berasueta insistió en un punto clave: la seguridad a la hora de alquilar. “Cada año surgen estafas por páginas falsas o anuncios con fotos robadas. Lo fundamental es contratar con profesionales matriculados. En nuestra web, martilleros.mdp, figuran los corredores habilitados para alquileres turísticos. Esa verificación evita problemas y pérdidas”, remarcó.

Con reservas firmes y precios sostenidos

Con un nivel de ocupación que ya alcanza el 70% en enero y el 30% en febrero, Pinamar y sus alrededores se perfilan para repetir una temporada sólida. “Viene parecido al año pasado. Los alquileres se mantienen en dólares y el movimiento empezó temprano”, explicó Iván Renkine, martillero y desarrollador urbano con operaciones en Pinamar Norte y Costa Esmeralda.

Los departamentos modernos cotizan a u$s1.400 la quincena para dos ambientes y u$s2.000 para tres ambientes, mientras que las casas con tres dormitorios y piscina rondan los u$s4.500 la quincena. “En mi zona la mayoría elige operar con inmobiliarias, lo que da más seguridad. Quienes se manejan por su cuenta corren más riesgo de estafas”, señaló.

La demanda se concentra en los edificios con amenities sobre la avenida Bunge y en el sector de La Frontera, donde abundan torres con servicios de spa, gimnasio y pileta. En Costa Esmeralda, los alquileres se reservan con antelación, sobre todo en las casas con piscina y salida directa a la playa.

Desde Pausa Pinamar, su titular Dolores Estrella agregó que la ocupación de enero se ubica entre 60 y 70%, mientras que febrero ronda el 20%, con valores similares a los del año pasado. “El calendario electoral generó una pausa, pero en estos días se reactivó la demanda. Los precios solo subieron entre 5% y 10% en dólares. Un dos ambientes cuesta entre u$s1.500 y u$s2.000 la quincena, y las casas de tres ambientes parten de u$s3.500, llegando a u$s4.000, según la ubicación”, detalló.

La modalidad semanal se volvió más común entre jóvenes y familias con hijos adolescentes, especialmente durante la última semana de enero. Estrella precisó: “Depende del perfil: quienes buscan movimiento y cercanía a los boliches prefieren el centro o el Golf; los que quieren playas amplias o médanos eligen Pinamar Norte”.

Sobre los cuidados, coincidió en la importancia de verificar precios y datos antes de transferir dinero. “Si una publicación está muy por debajo del promedio, hay que desconfiar. Lo ideal es viajar a ver la propiedad o pedir a alguien de confianza que la revise. Además, conviene chequear la identidad de las personas y las condiciones del contrato: reservas del 50% y depósitos de garantía que pueden llegar al 40% del total”, advirtió.

El comportamiento de las reservas en Cariló refleja un mercado dinámico, muy sensible a los vaivenes del dólar. “Cuando el dólar subía, las reservas se aceleraban; cuando bajaba, se frenaban. Tras las elecciones legislativas, notamos un fuerte repunte, y ahora el ritmo se mantiene más parejo”, explicó Joaquín Bustillo, de CELTIS Cariló.

La ocupación ya se ubica en torno al 60% y el sector espera cerrar el año con un aumento del 25 al 30% respecto del mismo período del año pasado. Bustillo apuntó: “El dólar alto incentiva el turismo interno, y eso se siente en Cariló. No hay crecimiento explosivo, pero sí sostenido”.

La gente, además de los chalets y el bosque, busca departamentos con servicios, ubicados a pocos metros del mar o en el centro comercial. Con pileta, parrilla, cochera cubierta, servicio de playa y limpieza semanal, lo que eleva la demanda entre familias que buscan comodidad sin resignar confort.

Los valores varían según la vista y la fecha: un tres ambientes con vista al mar cuesta $1.740.000 por semana en diciembre, $4.340.000 en enero y $3.475.000 en febrero. En segunda línea o con vista al bosque, los precios bajan a $2.460.000 en enero y $2.100.000 en febrero, mientras que en el centro rondan cifras similares.

El aumento respecto a 2025 fue moderado, promedio del 15%, con una bonificación del 5% para quienes pagan el total por adelantado. “Buscamos mantener precios competitivos y mejorar los servicios después de una temporada floja. El incremento real ronda el 10% en pesos”, aclaró Bustillo.

También insistió en el riesgo de las operaciones no verificadas. Aconsejó: “Cada año recibimos turistas que fueron víctimas de estafas. Hay que desconfiar de las ofertas demasiado tentadoras y recurrir siempre a inmobiliarias con presencia en la zona".

Costa del Este: estabilidad y reservas adelantadas

Costa del Este, en el Partido de la Costa, consolida su perfil familiar y tranquilo. Delia Duarte, de Delia Duarte Inmobiliaria, dijo: “La temporada viene más tranquila, pero con muy buena ocupación. Ya tenemos un 80% de propiedades reservadas desde Navidad”.

A diferencia de otros destinos, los precios se mantienen iguales a los del verano pasado, según el acuerdo entre propietarios y operadores. Los dúplex para cuatro o cinco personas cotizan entre u$s1.800 y u$s2.200 el mes, las casas de dos dormitorios entre u$s2.400 y u$s3.600, y las de tres dormitorios desde u$s3.200 hasta u$s5.500.

“La estabilidad de precios es una ventaja para quienes reservan con tiempo. A pesar de que el público busca cada vez más confort, los valores se sostienen porque los dueños prefieren mantener continuidad antes que ajustar demasiado”, explicó Duarte.

Entre las playas más elegidas mencionó Costa del Este, Costa Esmeralda, Cariló y Pinamar Norte, especialmente entre quienes disfrutan del entorno natural y las travesías en 4x4. Como recomendación, sugirió destinar un día a ver personalmente las propiedades antes de concretar el alquiler. “Vale la pena invertir ese tiempo para evitar sorpresas. Lo presencial sigue siendo la mejor garantía”.

 

Fuente: Ámbito

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