Una startup argentina cerró una inversión de 2 millones de euros para expandirse por España

Psquared, una startup argentina radicada en Barcelona, cerró una ronda de inversión por 2 millones de euros dentro de un plan de expansión con el que pretende captar capitales por hasta 40 millones.

La empresa diseña espacios laborales a medida, con menos puestos de trabajo, con los que busca encontrar un equilibrio entre el trabajo en casa y la oficina.

El modelo de negocios fue pensado para atender las necesidades de los emprendedores y las nuevas empresas que crecen a un ritmo acelerado y tienen que adaptarse a un mercado cambiante al que se le sumó, además, el impacto de la pandemia. Este tipo de compañías, mientras se desarrollan, mutan de personal y espacio en períodos explosivos de tiempo por lo que requieren de contratos más flexibles a los que les ofrece el mercado inmobiliario tradicional donde los contratos promedian entre los 5 y 15 años.

“Las startups quieren más flexibilidad y buscan espacios que estén diseñados para que el 30% de la gente esté haciendo home office, que es lo que nosotros ofrecemos, La verdad es que el año pasado crecimos, duplicamos los espacios, y los tenemos todos llenos al 100%. Al principio con la pandemia nos dio miedo, pero después vimos que aceleró la tendencia del teletrabajo y de oficinas híbridas, lo que nos vino bien”, dijo a LA NACION, Nicolás Araujo cofundador de Psquared, junto con Nicolás Manrique.

La compañía desembarcó en España en 2019 y ya factura medio millón de euros al año. En 2020, más allá del duro contexto para la presencialidad, duplicaron sus activos inmobiliarios y esperan cerrar en el corto plazo la compra de 10 espacios más para duplicar la facturación. El modelo de negocios es similar al de WeWork en términos que entregan oficinas llave en mano a las empresas, pero se diferencia en que alquilan cada lugar a una específica en vez de ser espacios de coworking donde conviven distintos rubros y marcas.

La oficina adopta la estética de la compañía contratante donde el emprendimiento puede construir su identidad corporativa en sus primeros pasos en el mercado mientras reúne capital de inversores para desarrollarse. Una vez que se encuentra en la etapa de escalar su negocio, la flexibilidad del acuerdo le permite salirse para ampliar su oficina y personal.

En Barcelona tienen 4 inmuebles y sus clientes son startups tecnológicas que en su mayoría acaban de levantar rondas de inversión serie A que van entre 5 y 10 millones de euros. Todas tienen un perfil marcado de innovación que incluye una que produce proteína vegetal para hamburguesas y albóndigas veganas, una agencia de marketing de criptomonedas, una de software matemático de universidades y una productora de youtubers.

“Son todas empresas innovadoras que crecen mucho y buscan estos lugares para no invertir en inmobiliaria y reformas en oficinas porque en muy poco tiempo a medida que suman cada vez más personal el espacio les queda chico por lo que prefieren con flexibles”, dijo Araujo. Después agregó: “Buscamos espacios únicos en Barcelona, tenemos un edificio entero en la zona de Sagrada Familia, una fábrica abandonada de corbatas, uno que da al jardín de un monasterio y otro que está a tres cuadras de la playa. Son todos espacios únicos que a las startups les gustas porque pueden tener todo un edificio para ellos con terraza y parrillas”.

Araujo es uno de los antiguos dueños de Nubelo, la plataforma que conecta profesionales freelance con ofertas de trabajo. En su primer emprendimiento identificó la necesidad de las startups de moverse rápido hacia nuevos espacios a medida que su planta de empleados crece. La ronda de 2 millones de euros que cerraron fue de inversores argentinos y los 40 millones que proyectan recaudar en los próximos tres meses serán para comprar más activos inmobiliarios con los que expandirse por España.

Fuente: La Nación