El mercado inmobiliario rural sigue en caída libre

La compraventa de campos en la Argentina está siendo afectada una vez más por la gran incertidumbre que plantea el escenario económico y político. A pesar de que el precio de los granos y la carne están en niveles históricos, son muy pocas las compras de tierras que se concretan.

Quienes tienen campo solo acceden a arrendarlo por periodos determinados, no a venderlo. Esa conclusión se desprende del último informe de la Cámara de Inmobiliarias Rurales de la Argentina (CAIR), que suele elaborar un índice para medir la actividad del mercado inmobiliario rural en todo el país (InCAIR).

La base del InCAIR es de 97,5 puntos, que corresponde en forma histórica a su pico máximo registrado en septiembre del año 2011, y en febrero fue de apenas 19,46 puntos, similar al de enero pero un 31% menos de actividad que el promedio de otros años.

"Pese a que el valor de la tierra quedó por detrás del resto de mundo, la coyuntura local es la que inhibe decisiones de inversión en nuestro país. En este contexto, el mercado de tierras, sigue siendo de requerimientos muy puntuales y oportunidades de precio, con grandes diferencias entre inversor y propietario", afirman desde CAIR.

El índice se conforma, principalmente, por resultados de la encuesta mensual de actividad efectuada entre socios de todo el país; cantidad de avisos publicitarios de campos en venta o alquiler en los principales medios gráficos de tirada nacional; cantidad de anunciantes en la web de CAIR; operaciones rurales realizadas en el periodo analizado; búsquedas y consultas efectuadas por inversores en la web de CAIR; y cantidad de avisos comerciales en las principales plazas del interior del país. 

Fuente: Clarín