jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1775

Opiniones | 26 may 2022

Mercado inmobiliario

Recuerdos de otros tiempos: rechazó una oferta de US$55.000 por un departamento que, a los pocos meses, vendió en US$9000

Vendía una propiedad ubicada a metros de la avenida Libertador en el año 1981


Corría el mes de enero de 1981. La contraoferta me pareció razonable: US$5000 de rebaja no era descabellado para un departamento interno de 37 metros sobre la calle Maure, a una cuadra y media de la Avenida Del Libertador. La propiedad estaba ubicada en un barrio que todavía no tenía nombre propio; en aquel momento se publicitaba en Belgrano, hoy se publica como Las Cañitas. El aviso decía: “impecable 2 ambientes con teléfono apto profesional con siete años de antigüedad. US$60.000″.

El propietario ofendido me recriminó “¿Usted pretende que yo pierda US$5000?” y “se llevó el departamento...”.

En febrero del mismo año, un viaje a Oriente -regalo del dólar de la tablita de Martínez de Hoz- nos permitió conocer Tokio. Maravillosa ciudad, tan ordenada y diferente. El guía relataba las características edilicias y los precios de los inmuebles. Las esteras que ventilaban en los balcones permitían transformar el dormitorio de noche en comedor de día. Mucha gente en poco espacio exigía esa transformación, que también se veía reflejado en los precios de los inmuebles.

En ese país, un departamento pequeño de dos ambientes costaba US$60.000. Casi me estremecí cuando escuché ese valor. No me cerraba y presumí en ese instante que en mi país algo andaba mal.

El tour se llamaba Oriente Latino, nos sentíamos millonarios y todo nos parecía baratísimo. Un hotel cinco estrellas en Singapur o Manila equivalía a un tres estrellas en Mar del Plata.

Cuando estaba finalizando el soñado viaje, una devaluación impresionante en la Argentina rápidamente cambió las equivalencias y de pronto nos alteró el humor a todos. Ya no éramos más millonarios, de repente nos volvimos pobres y endeudados. El sueño había terminado en pesadilla. A mi regreso, cuando el viaje terminó, los precios de los inmuebles habían bajado abruptamente.

El departamento interno de Maure a una cuadra y media de Libertador se vendió a los pocos meses a US$9000. El propietario que se había ofendido debió recordar con amargura la contraoferta rechazada un tiempo atrás.

Hechos y contradicciones de un país bipolar.

Por Alicia Maure, una de las fundadoras de Maure Propiedades para La Nación.

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