Dónde están hoy la oferta y la demanda de inmuebles, según el análisis de los brokers

Los brokers inmobiliarios tuvieron su lugar en el séptimo capítulo del Summit Real Estate. En un panel moderado Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades; Diego Cazes, director general de L.J. Ramos; Martín Boquete, director de Toribio Achával, y Agustín Walger, director de Lepore Propiedades, hablaron sobre el futuro de un mercado con sobreoferta de propiedades en venta y con precios “planchados”.

A pesar de la compleja realidad económica que vive el país, los brokers tienen buenas expectativas. Sobre la base de su experiencia, Goldszer afirmó: “Este sector pasó por muchas crisis y salió fortalecido. El ladrillo como guarda de valor siempre fue fuerte y lo seguirá siendo”.

Coincidió Martín Boquete en que la propiedad es un buen resguardo de valor a futuro. “El dólar y los ladrillos son los únicos activos en los que se puede confiar”, sostuvo. Según consideró por su parte Walger, hay que mirar para adelante y ser optimistas, porque el ladrillo siempre da satisfacciones.

Los ejecutivos se refirieron también a las razones por las cuales identifican una demanda contenida. Para Goldszer, de Ocampo Propiedades, el hecho tiene que ver no solo con la incertidumbre económica, sino también con cuestiones estructurales, como la falta de crédito, la inflación y los vaivenes del dólar. “En este contexto, hay mucha gente que está repensándose y, por eso, hay que ofrecerle lo mejor en función de sus necesidades”, consideró.

“La del inmueble es una demanda contenida naturalmente; por el tipo de compra, es una transacción importante en la que se piensa, para la cual se ahorra, y la coyuntura hace atrasar la decisión”, agregó Boquete. De todas maneras, sostuvo que es necesario tener en cuenta que el inmueble tiene una vida más allá de la coyuntura: “La decisión de comprar tiene que ver con la vida de la persona, más que con el contexto”, concluyó.

Para Walger, la decisión tiene que ver con la etapa de la vida en la que se encuentra una persona. “Hoy, al momento de decidirse por una propiedad, la ubicación pesa, se busca lo más cercano al lugar de trabajo o a la zona de influencia y, por eso, cada barrio se está transformando en un polo donde las personas pueden resolver casi todos los aspectos de su vida”, advirtió el director del Lepore.

Las tendencias

Para Cazes, de L.J. Ramos, si bien a raíz de la pandemia mucha gente se decidió a vivir en zona norte, “esa desesperación se acomodó”.

En la ciudad de Buenos Aires, la tendencia es buscar amenities vanguardistas, buena ubicación, comodidad, y no solo se piensa en el funcionamiento del edificio, sino también en para quién es.

Coincidió Goldszer en que el cliente resignificó el concepto del hogar, porque conoció su casa de una manera diferente gracias a la pandemia y, por eso, hoy “los desarrolladores piensan más en el cliente que en la optimización del metro cuadrado, es decir en el disfrute de quien va a vivir”.

Sin embargo, para el director de Toribio Achával la gente mira ante todo el precio. “Los que compran hoy es porque les gusta el precio; si el precio no está acorde a las expectativas, no siguen”, consideró.

Si bien la crisis económica afecta al sector inmobiliario, para la directora de Ocampo Propiedades, a pesar de haber pasado por varias crisis antes de la actual, como las de 2001, 2009 y 2018, el sector salió siempre fortalecido con nuevos aprendizajes. Tajante, Boquete advirtió que 2001 fue mucho peor porque “nos pasamos todo el año sin saber qué hacer; la Argentina se fundió y el activo se desmoronó”. Y agregó: “Hoy, al no haber deuda privada, el activo se mantiene y las expectativas son nuestro principal problema. Hay gente que cree que en dos meses esto se transforma en un paraíso, y personas que consideran que vamos a tener que esperar más años”, explicó.

Para Cazes, a pesar de que el comprador está más pensante, el piso actual de valores hace que sea un buen momento para comprar. Esa visión fue compartida por Walger, quien sostuvo: “La gente investiga, ve los valores y tiene idea de si están bien o no. Es el mejor valor histórico, es una oportunidad”.

“La gente mira, compara, pero el inversor sabe lo que quiere y nosotros lo tenemos que ayudar a definir; la diferenciación es lo que vale en la sobreoferta”, añadió por su parte Goldszer.

¿Dónde están las oportunidades? Todos coinciden en que la ciudad de Buenos Aires tiene hoy las mejores. “Como oportunidad, la zona que tiene más revancha es la Capital, porque los valores cayeron 35%”, confirmó Cazes. En ese sentido, los proyectos premium en zonas tradicionales son una oportunidad, así como también inmuebles con precios atractivos en barrios como San Cristóbal o Balvanera. “Capital tiene precios bajos para las prestaciones que da”, sentenció Boquete.

Fuente: La Nación