Construcción | 24 sep 2024
Emprendedores
Es argentino, estudió en Harvard y construye una casa que vale millones en Miami, vecina a la del fundador de Amazon
El emprendedor argentino desembarcó hace dos años y medio en Miami y eligió el segmento de las casas más caras de la ciudad para posicionarse
ay emprendedores cautos que arrancan un proyecto y deciden impulsarlo en su país. Pero hay otros más osados que llevan esa empresa a su máximo exponente y se lanzan a otros lugares, e inclusive a otros continentes con culturas completamente diversas. Este fue el caso de Ezequiel Miedvietzky, un emprendedor que lidera la constructora que nació en Chaco hace 80 años, y extendió la compañía a otros territorios del mundo como India y Miami.
Miedvietzky nació en la provincia del noreste de la Argentina, estudió Ingeniería Industrial en Buenos Aires, Management en Harvard Business School y Desarrollo Inmobiliario en Harvard Graduate School of Design, y se volcó de lleno al mundo del real estate. Trabajó haciendo proyectos en toda la Argentina desde Amarilla, compañía que genera casas de lujo que valen más de US$30 millones, y se ha extendido a otros países, convirtiéndose en un referente de las viviendas de lujo.
“La compañía se caracteriza por construir casas a medida, con proyectos de nicho que aspiran a ser icónicos”, detalla el empresario. De hecho, hoy está construyendo una casa que se venderá por US$40 millones, que está ubicada en Bal Harbour, un barrio en el norte de Miami Beach, conocido por su elegancia, exclusividad y lujo.
Se trata de una propiedad de 1000 m², en un terreno de 2000 m² sobre el agua, que contará con seis habitaciones, pileta, gimnasio, un sauna húmedo en uno de los techos y se estima que estará lista para fines de 2024. El valor del metros cuadrado cotiza a US$40.000 y, según las palabras del emprendedor, “será la número uno de las casas que están a la venta en la zona”.
Se levanta en un terreno donde había otra casa que se demolió, en un lugar privilegiado, a pocos metros del agua y del shopping de Bal Harbour. Se trata de un espacio muy buscado por la demanda de alto poder adquisitivo de Miami, que quiere “playa, algo muy difícil de conseguir, porque la mayoría de las tierras no dan al agua”.
La ubicación también sobresale por otras ventajas, como el hecho de que se encuentra en el barrio cerrado Bal Harbour Village, un country en el que se puede circular caminando. Es más, la propiedad está a solo 50 metros del famoso shopping de lujo al que se puede acceder sin necesidad de usar el auto. Este es un punto diferencial respecto a Indian Creek, el country aledaño en donde tiene su casa Jeff Bezos, el fundador de Amazon, entre otras celebridades, donde las distancias son más grandes. “Se trata de una zona donde lo que sale al mercado se vende en el mismo día. La gente quiere mudarse, sin esperar los dos o tres años que tarda en construirse una torre”, explica el desarrollador.
Obsesivo por los detalles, Miedvietzky explica que para construir esta propiedad trajeron aluminios de Italia y pisos de madera de Francia. Además, juega con el verde dentro de la vivienda: “La casa de Bal Harbour tiene la particularidad de contar con jardines externos, pero que habitan en el interior de la vivienda, es decir, integra el interior con el exterior. En ese sentido, explica que es un convencido de la sustentabilidad: “Creo que no es un opcional, sino una responsabilidad. Construir casas sustentables significa hacer cosas buenas, porque, en el largo plazo, no se tienen que demoler”.
El emprendedor cuenta que también están construyendo tres casas en Golden Beach y otra en Golden Isles, una zona cercana al Aventura Mall. Este último, “se trata del barrio con potencial y uno de los que más se desarrollará en Miami”, revela Miedvietzky y señala, en este sentido, la diferencia de precios entre uno y otro: “Mientras que en Golden Beach se venden terrenos por US$12 millones, en Golden Isles -frente al Beach- se ubican en US$3 o US$4 millones”. Cuenta que actualmente hay una casa en el primero de los barrios, sobre la playa, que se vende por US$42 millones. Mientras que las otras que está construyendo en Isles costarán entre US$20 y US$25 millones.
Cerca de las raíces
El emprendedor chaqueño ha exportado sus productos fuera del país, pero no deja de invertir en la Argentina. Explica que la Ciudad de Buenos Aires le parece “una de las mejores ciudades”, y agrega que “en el mundo de la construcción y la arquitectura contamos con los mejores talentos, y las empresas solo pueden crecer con talento”. Asegura que la Ciudad de Buenos Aires está muy consolidada y a la hora de responder a la pregunta sobre los barrios con potencial señala que son aquellos que pueden generar microclimas o microzonas: “Devoto lo logró y el microcentro podría alcanzarlo”.
Una de sus primeras apuestas en el país fue en Resistencia, Chaco, la tierra en donde nació. Levantó Harmony, una torre residencial premium de 30 pisos y 49 departamentos con 13.000 m² de obra. Ahora avanza fuerte en la ampliación de The Vines, un emprendimiento ubicado en el Valle de Uco, Mendoza, en un terreno de 500 hectáreas. Se trata de un hotel bodega con un loteo de viñedos, con el restaurante del chef Francis Mallmann, Siete Fuegos, y con residencias frente al majestuoso paisaje de montaña mendocino, en el que los visitantes pueden hacer su propio vino.
Pero su visión en el negocio inmobiliario no se termina ahí, ya que recientemente abrió una oficina en la India, donde construye también viviendas para familias del país asiático. En este momento, se encuentra levantando una casa de siete pisos y dos subsuelos, en el exclusivo barrio Juhu, en Mumbai. Se trata de viviendas que se construyen para tres y hasta cuatro generaciones familiares, para que puedan vivir abuelos, padres e hijos, compartiendo un edificio con amenities y ciertas zonas en común.
La obra se construye sobre un terreno de 1000 m² que costó US$25 millones y estima que el costo total del proyecto alcanzará los US$40 millones. Un dato curioso de la cultura de ese país es que en ese mismo proyecto, además de construir la casa para la familia, levantan una vivienda contigua, para las 20 a 25 personas de mantenimiento y servicios que trabajan en la casa.
FUENTR: LA NACIÓN