El pueblo de mar top en el que se pueden comprar terrenos en cuotas a tres años y empezar a construir ya

Los barrios cerrados están ganando espacio en la Costa. Con la llegada del verano, crece el interés por adquirir propiedades cerca de la playa, tanto para instalarse en los meses de vacaciones con escapadas el resto del año, vivir allí o tenerlas como inversión. En los últimos años, Costa Esmeralda marcó el camino al consolidarse como un barrio cerrado exclusivo, y ahora, el desarrollo de nuevos emprendimientos en el Partido de la Costa promete revolucionar el mercado inmobiliario frente al mar.

En un país caracterizado por inestabilidad económica y en medio de un mercado inmobiliario en la que las propiedades se adquieren en dólares, los compradores esperan tener mayores posibilidades a la hora de acceder a sus inmuebles. En este sentido, las opciones de largo plazo escasean aunque son las más atractivas para los compradores que suelen buscar zonas consolidadas.

Pinamar se consolida como un mercado inmobiliario atractivo para inversores en real estate. Una de las razones es el crecimiento exponencial que registró post pandemia: pasó de 20.666 habitantes en 2021 a 40.259 en 2022.

Este fenómeno impactó en la consolidación de los proyectos que se venían desarrollando. De hecho, a solo 14 kilómetros al norte de Pinamar, Northbeach es un lugar con identidad propia que va camino a convertirse en un destino en si mismo.

Hoy, el proyecto de US$300 millones de inversión ubicado entre la ruta 11 y el mar, tiene seis edificios con vista al agua y tres sectores residenciales al bosque con terrenos en venta: Santa Bárbara, Santa Mónica y San Diego.

“Lo que diferencia a Northebeach de otras propuestas es la oferta de una playa privada y la combinación del mar con el bosque. Si bien en la Argentina el sector del agua no es exclusivo, por la localización en la que se encuentra este barrio, los únicos que la utilizan son los que residen ahí”, asegura Martín Boquete, director de Toribio Achával, la inmobiliaria que comercializa el emprendimiento.

Desarrollado por el grupo Cioffi, este pueblo de mar ofrece las mismas amenities de un country premium, como seguridad, canchas de fútbol 11, tenis, paddle, básquet, rugby, golf, dos piletas frente al mar y una en el club deportivo climatizada, para disfrutar en todo momento del año, un amplio club house y servicio de playa. Es una superficie de 274 hectáreas, con 1,2 kilómetros de playas exclusivas. El 30% del predio fue destinado a conservar la naturaleza existente, sumando además, más de 15.000 ejemplares de árboles de distintas especies.

Un terreno en la costa y en cuotas

De los 248 lotes que componen el desarrollo, todavía quedan 113 disponibles. Sin embargo, por primera vez, 50 de ellos pueden adquirirse en 36 cuotas ajustadas por el índice CAC (creado por la Cámara Argentina de la Construcción), con un anticipo del 30% en dólares y con posesión inmediata del terreno.

La propuesta es válida para los sectores Santa Bárbara y Santa Mónica. “Esta oferta es una oportunidad , ya que la financiación habitualmente se ofrece solo en proyectos en construcción y no en lotes”, sostiene Boquete.

En cuanto a los valores, el más cercano a la entrada -Santa Bárbara- tiene terrenos de entre 1000 y 2400 m² en los que el metro cuesta entre US$55 y US$64; el sector que está más próximo al centro comercial -Santa Mónica- tiene lotes de entre 1000 y 1500 m² y el valor de venta del metro cuadrado recorre un rango de US$59 a US$69.

Mientras que, por su parte, San Diego, el más cercano al mar con lotes de entre 1000 y 2300 m², aunque no participa dentro de esta nueva financiación, aún tiene terrenos que pueden adquirirse por un valor del metro cuadrado entre los US$74 a US$80. El precio final de los lotes arranca en los US$52.000, dependiendo de la superficie, ubicación y la vegetación que rodea cada terreno.

Un barrio en pleno desarrollo

El barrio cerrado se extiende a lo largo de tres kilómetros desde la Ruta 11 hasta el mar, con 1,2 kilómetros de costa. Además de la playa, el entorno ofrece un bosque natural centenario y espejos de agua, lo que lo convierte en un lugar tanto para vacacionar como para vivir o invertir en una propiedad.

“Estamos ofreciendo una financiación inusual para un barrio ya consolidado. Esto demuestra la confianza en el crecimiento del lugar y en su potencial como destino residencial y turístico”, finalizó Celeste Domínguez, broker de Toribio Achával.

FUENTE : LA NACIÓN