jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1775

Sector Inmobiliario | 21 feb 2020

Expectativas

El mercado inmobiliario rural comenzó bien el año

Tras seis meses de caídas consecutivas creció 5,2 puntos con respecto a diciembre igual sigue muy lejos de su pico máximo


La actividad en el mercado inmobiliario rural volvió a reactivarse en enero, después de seis meses consecutivos de caída. Así, frenó la peor racha bajista desde que se formó el índice que elabora la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR). 


El cambio en la tendencia, sin embargo, no se debió a signos positivos que se hayan enviado al mercado o a alguna política específica que haya devuelto la confianza a los inversores, sino más bien a que el mes de diciembre marcó el peor registro de los últimos seis años, producto de un acumulado de meses de gran incertidumbre política e inestabilidad económica, con devaluación e inflación de por medio. 


Concretamente, el índice InCAIR de enero fue de 20,47 puntos, y justamente refleja la actividad (movimiento, consultas, búsquedas) del mercado inmobiliario rural en todo el país. 


Creció 5,2 puntos respecto a diciembre, aunque igualmente representa un valor pobre respecto a los 97,5 puntos de su pico máximo registrado en septiembre de 2011. Este enero marcó el mismo nivel que el enero de 2015, lo que marca la escasa actividad, afirmó a A24 Agro Javier Christensen, Presidente de CAIR. Para darse una idea, en el comparativo interanual la caída fue del 23%. 


Entre los fundamentos para la mejora se agrega un ajuste en los valores de la tierra, lo que facilitó la tibia recuperación en el primer mes del año, luego de un semestre fuertemente politizado. En la medida que la incógnita económica sobre la posibilidad de un default persista, y no se presenten las políticas para el sector agropecuario difícilmente vaya a haber una recuperación. Hay mucho temor por lo que pueda pasar, afirmó Christensen. 


VALORES EN BAJA

También comentó que en cuanto a los valores de los campos en el último semestre hubo un ajuste a la baja del 15% al 20%, aunque eso sería un piso. Todo depende de la macro. Antes del cepo de 2011, con la soja a u$s 600 se presentaba como un negocio productivo e inmobiliario. A partir del cepo y la Ley de Tierras empezó a crujir el sistema, con valores que cayeron entre 30% a 40% desde esa fecha, contó el directivo.

Fuente: A24

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