
Entrevistas | 23 may 2020
Elio Di Girolamo
El pionero de Remax en La Plata cumple 13 años en la ciudad de las diagonales
Es ingeniero civil y trabajaba en relación de dependencia. A la vez decidió convertirse en emprendedor en el sur del país. Pero conoció a la franquicia inmobiliaria por un aviso en un diario y revolucionó el mercado platense. Su historia y el futuro del sector
Elio Di Girolamo es el pionero de las oficinas de Remax en La Plata. Ingeniero civil, y ex empleado de una empresa gasífera del sector privado, se inició como emprendedor con un primo, que era su socio, en el negocio de desarrollos inmobiliarios en el sur del país. Ahora cumple 13 años y no sólo es uno de los agentes de la red más antiguos de Argentina, sino que le contó a La Voz Inmobiliaria su visión del sector y cómo cree que puede cambiar el negocio por la pandemia. Hoy, como responsable de Remax Región La Plata, nos cuenta su visión del negocio.
¿Cómo se inició en el negocio y por qué optaste por una franquicia?
En 2006 había renunciado a Camuzzi y construía edificios en Comodoro Rivadavia tras la crisis del 2001. Soy ingeniero civil. Estábamos con un socio que es médico y ahí pasé de ser empleado a emprendedor y de hablar de miles de pesos a hablar de miles de dólares. Eso estaba creciendo y tenía que buscar una actividad en La Plata porque mis vacaciones eran 15 días al año viajar a Comodoro. Decidí que tenía que encontrar algo en La Plata y cambié aquello en lo que me estaba yendo muy bien por algo totalmente incierto como fue abrir una oficina Remax en La Plata. En febrero de 2007 me invitaron a una convencí a EEUU sin haber comprado la franquicia y cuando volví me sumé. Estaba todo por hacer, pero tenía la convicción de que me gustaba el proyecto, estar con mucha gente, en una red, en una franquicia probada en el mundo, así que me sumé.
¿Cómo llegó a Remax?
Vi a Remax por un aviso en el diario La Nación en noviembre de 2006 y estuve tres meses hasta que me metí y arranqué esta aventura. Remax significó y significa para mí interactuar con un mundo nuevo, conocer mucha gente con la cual no hubiera interactuado nunca, gente muy disímil. El 95% no viene del rubro inmobiliario y yo tampoco, gente que tenía un abuelo ingeniero e iba a esquiar y el mío que era labrador. Para mí fue un crecimiento personal enorme, la oportunidad de vincularme con otros emprendedores, que son los agentes inmobiliarios y tener sueños comunes, que en una empresa en relación de dependencia no pasa, ya que trabajás por los objetivo de la empresa y acá trabajás por objetivos compartidos. Significó mucho crecimiento porque me tuve que involucrar en muchas facetas y antes tenía un rol muy técnico, y para la Ciudad al principio fue una locura, nadie nos quería, nos empezaron a resistir y es un secreto a voces que nos ven desde el Colegio de Martilleros como una mala palabra y se encarga de hacer lobby en contra nuestro pero en realidad todos nos están copiando. El impacto en el mercado inmobiliario es que el futuro son las franquicias, lo veo en algunos confidentes del Colegio de Martilleros, lo veo en otras inmobiliarias, lo veo en otras inmobiliarias que fueron número 1 en La Plata e intentaron hacer un sistema parecido al nuestro y no lo pudieron hacer. Cambiamos la forma de hacer negocios inmobiliarios en La Plata, mucha gente pasa por Remax.
¿Qué significa para ustedes estar en La Plata?
La decisión de abrir Remax fue por volver a La Plata. Se fueron sumando amigos, conocidos y parientes martilleros y fue una oportunidad de crecimiento para muchas personas queridas este proyecto.
¿Por qué ustedes remarcan que en Remax crecen las ventas por encima de otros jugadores del mercado?
Primero porque tenemos un sistema comercial probado. Remax arrancó hace 50 años en el mundo, y otra cosa muy importante es en nuestras conversaciones, que se enfocan en lograr, hacer, es como un microclima, no son conversaciones de quejarse del Gobierno, de la crisis, o esperando que alguien te venga a salvar, siempre es “como le encontramos la vuelta”. En plena pandemia estamos ahora en cómo repactamos precios con los clientes, no nos estamos quejando de que el dólar aumenta o que no se puede trabajar físicamente, hacemos videollamadas para ajustar precios, recibir consultas y cuando esto se levante poder arrancar. Siempre es una conversación sobre qué queremos que pase por sobre la queja de lo que está pasando o esperando que algo cambie. Veo mucha conversación de “veamos qué pasa después de las PASO, de las elecciones, etc.”, nosotros nunca estamos esperando nada, accionamos respecto a la coyuntura.
Da la impresión de que entre los profesionales del sector hay un “micromundo” que a los clientes no les influye y buscan otras cosas. ¿Es así?
Hay una posición oficial del Colegio de Martilleros que atemoriza a inmobiliarias, nosotros seguimos haciendo operaciones con inmobiliarias y nos piden “que no se enteren los demás”, inclusive se presentó gente que quiere abrir una oficina y está vinculada al oficialismo, por eso una cosa es lo que se dice y otra lo que se piensa. Para los clientes somos una solución, aunque nos falta mejorar mucho, y para el Colegio y las inmobiliarias más chicas somos como una amenaza. Pero yo creo que somos una muy buena solución para las inmobiliarias más chicas, para hacer operaciones con nosotros, pero hasta en este momento de crisis, sumarse a un equipo Remax, mantener su cartel y su nombre y sacarse los gastos fijos de encima y obviamente al estar en nuestra red podrían vender mucho más, si lo vieran por ese lado seríamos una solución muy buena, pero obviamente deberían adaptarse a esta actitud proactiva que tenemos nosotros.
¿Cómo ve hacia adelante al sector y al mercado por el coronavirus?
En cuanto a la cantidad de escrituras que se van a hacer, el 2019 fue el más bajo de toda la serie histórica en los últimos 20 años en CABA y Provincia, así que más allá del coronavirus, venía bajo. Por eso en cantidad de escrituras no sabemos cómo va a reaccionar el mercado. Lo que sí vemos es que gente que tiene dólares accede a propiedades un 25% más grandes, por ejemplo, si se iba a comprar un monoambiente se puede comprar uno de un dormitorio con los mismos dólares, teniendo en cuenta que entramos a la pandemia con un dólar a 80 y ya está arriba de $120. En cuanto a modalidad de trabajo, hay muchas propiedades que están desocupadas o son terrenos y no presentan muchos problemas para visitarlas presencialmente sin ningún riesgo, pero la que están ocupadas es más delicado. Creo que va a quedar un formato de trabajo más de televisita, que ya las estamos haciendo y cerramos operaciones ad referéndum de la visita presencial para cuando se levante la cuarentena, tampoco se van a hacer tantas visitas sin calificar clientes. Nuestra oferta de valor es tener protocolos y ser un escudo con los clientes, desde el dueño que vende para no estar recibiendo desconocidos en su casa nosotros se lo filtramos para llevarle a alguien que realmente tenga intenciones de comprar una propiedad, hasta un comprador que en vez de visitar 4 inmobiliarias y ver 20 propiedades nosotros hacemos esa calificación por él y con tres visitas y algunas previas virtuales se puede cerrar una venta, lo veo por ese lado. Van a ser importantísimos los videos de las propiedades y los tours virtuales porque ahora la podrá ver en internet, y eso tendrá que ser mucho más completo y de mayor calidad.


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